APROVECHEMOS LAS CRISIS

El código moral de un país es igual al de una persona

- Jared Diamond.

 

Hoy todas las naciones compartimos los mismos problemas: nos enfrentamos a un desarrollo tecnológico tan acelerado que está dificultando a las personas adaptarse y desarrollar nuevas habilidades, los sistemas educativos son inadecuados para el tiempo en que vivimos, los empleos son más precarios, la inseguridad crece, los sistemas de salud no cuentan con los recursos suficientes para atender la demanda, y las pensiones se encuentran a punto de desaparecer en un momento donde el grueso de la población está envejeciendo. Estas son sólo algunas problemáticas de las cinco crisis -política, económica, social, de seguridad y de salud- que nos afectarán durante los próximos años al menos que encontremos las estrategias que nos ayuden a solucionarlas.

 

Como balde de agua fría llegó la epidemia del COVID-19, que puso al desnudo nuestro individualismo exacerbado para hallar soluciones en equipo, el actual ascenso de los regímenes populistas y autoritarios, la agonía del sistema capitalista global, y una vez más, la desigualdad social en su máxima expresión. Como bien lo ha señalado de forma recurrente Jared Diamond “siempre ha habido sociedades que se destruyeron a sí mismas; el riesgo ahora es asistir al hundimiento del mundo entero”. Y es que la forma en cómo administramos nuestros recursos para sobrevivir ya resulta insostenible; necesitamos cambiarla. 

 

Las próximas cinco crisis representan el desequilibro de un sistema de instituciones que trabajaba de forma interconectada y que a pesar de sus deficiencias habían logrado cumplir sus funciones primordiales. Sin embargo, con el colapso de alguna las demás se debilitaban. 

 

Por ejemplo, si el sector salud no logra atender a todos los ciudadanos, éstos buscarán la forma de obtener el servicio; pero si carecen de los recursos para hacerlo se encontrarán incapacitados para trabajar, lo que afectará al sistema económico tal y como sucede en la pandemia actual. Sin los recursos para subsistir los ciudadanos deberán decidir entre buscar su sustento o conservar su salud, generándoles inconformidad y en conjunto una crisis social. Esa inconformidad despierta conflictos y más delitos que ponen en peligro la seguridad de las personas, hasta que finalmente el malestar social presiona a los líderes políticos y sociales demandándoles soluciones, mientras que al mismo tiempo se desacredita el sistema de gobierno.

 

Pero para subsanar esas crisis y alcanzar un crecimiento económico sostenido que abrace la justicia social, necesitamos pensar en una nueva plataforma que reestructure la economía y renueve la gobernanza; una gobernanza que corresponda a nuestro contexto, que sea responsable y que piense en disminuir las brechas entre los ciudadanos, sembrándoles también el tan perdido sentido de comunidad. 

 

Además son urgentes los liderazgos efectivos, aquellos que sí logran articular propuestas con medios de comunicación, ciudadanos, empresarios y gobiernos de diferentes ideologías -a pesar de los intereses de cada uno- puesto que cada acción se está llevando a cabo de forma aislada, cuando es solo la coordinación lo que nos permitirá atender de forma efectiva las cinco crisis venideras.

 

Todos integramos El Estado y si no actuamos por él seremos irresponsables. El futuro será negro sólo si así lo construimos o se lo delegamos alguien más. Así que será desde nuestras trincheras que deberemos reorganizarnos como sociedad, tanto en pensamiento como en acción para el bienestar de nuestra comunidad y poner a nuestro servicio la expansión de las oportunidades para todos. En cada crisis hay oportunidades, pero la pregunta ahora es ¿caemos juntos o nos levantamos juntos? ¿Qué opinas? ¿Qué propones? Platícalo.

 

 

Claudia García

Directora General